miércoles, 30 de mayo de 2012

Cáncer de endometrio localizado.
Por lo general, la paciente con cáncer de endometrio que tiene la enfermedad localizada se puede curar mediante la histerectomía y la salpingooforectomía bilateral. El mejor resultado se obtiene con cualquiera de los dos tratamientos estándar: histerectomía o histerectomía y radioterapia adyuvante (cuando hay invasión profunda del músculo del miometrio [50% de su profundidad] o cuando hay un tumor de grado 3 con invasión del miometrio). El resultado de dos ensayos aleatorizados sobre el uso de radioterapia adyuvante en pacientes con enfermedad en estadio I no mostró mejoría alguna en cuanto a la supervivencia pero sí mostró una recidiva locorregional reducida (3–4% comparada con 12–14% después de 5–6 años de una mediana de seguimiento, P < 0,001) con un aumento en los efectos secundarios. La braquiterapia vaginal de manguito podría estar vinculada a una menor morbilidad relacionada con la radiación, que la radiación pélvica. Esta ha mostrado que puede reducir el riesgo de una recidiva del manguito vaginal sin ningún efecto en la supervivencia.

En los estadios I, se recomienda una histerectomía total y una salpingooforectomía bilateral si el tumor:

  • Está bien o moderadamente diferenciado.
  • Afecta el 66% de la parte superior del cuerpo uterino.
  • Tiene citología peritoneal negativa.
  • No ha invadido el espacio vascular.
  • Ha invadido menos del 50% del miometrio.
Para los casos que no cumplen los criterios anteriores, se debe combinar el muestreo de un ganglio pélvico y un ganglio periaórtico seleccionado con la histerectomía total y la salpingooforectomía bilateral si no hay contraindicaciones médicas o técnicas. Un estudio encontró que la disección ganglionar por sí sola no aumenta de manera significativa la morbilidad global de la histerectomía. Mientras que la radioterapia reduce la incidencia de recidiva local y regional, no se ha comprobado que mejore la supervivencia, y los efectos tóxicos son peores. Los resultados de dos ensayos aleatorizados sobre el uso de la radioterapia adyuvante en pacientes con enfermedad en estadio I, no mostró una mejoría en la supervivencia pero si mostró una recidiva locorregional reducida (3–4% comparada con12–14% después de 5–6 años con una mediana de seguimiento, P <0.001) con un aumento en los efectos secundarios.

Se debe administrar radioterapia pélvica total, incluso a los ganglios iliacos comunes, si los ganglios pélvicos son positivos y los ganglios periaórticos son negativos. La incidencia de complicaciones intestinales es aproximadamente de 4% y puede ser aún más alta si la radioterapia se administra después de una linfadenectomía pélvica. Cuando la cirugía se hace usando un abordaje retroperitoneal, disminuye la toxicidad. Si los ganglios periaórticos son positivos, la enfermedad no está localizada y y los tratamientos aunque pueen incluir cirugía se debe valorar participar en ensayos clínicos que incluyan radioterapia o quimioterapia o ambas a la vez. Cuando hay contraindicación médica a la cirugía, debe tratarse a la paciente con radioterapia sola, aunque de ésta pueden resultar tasas de curación inferiores a las que se logran con la cirugía.

En los estadios II, las opciones de tratamiento estándar son:

  1. Si hay documentación sobre el compromiso del cuello uterino, las opciones son histerectomía bilateral, salpingooforectomía bilateral y disección de los ganglios linfáticos pélvicos y paraaórticos.
  2. Si no hay compromiso clínico del cuello uterino, pero se ha documentado luego de una patología posoperatoria que ha habido extensión al cuello uterino, se debe tomar en cuenta el uso de radioterapia.
En el ensayo GOG-LAP2,  se incluyeron a 2.616 pacientes con enfermedad en estadio clínico I a IIA y se las asignó al azar en proporción de 2 a 1 a una estadificación integral quirúrgica vía laparoscopía o laparotomía. El tiempo hasta la recidiva fue el criterio principal de valoración, con la no inferioridad definida como una diferencia en la tasa de recidiva a 3 años de menos de 5,3% entre los dos grupos. La tasa de recidiva a 3 años fue 10,24% para las pacientes en el grupo de laparotomía, comparada con 11,39% para las pacientes en el grupo de laparoscopía, con una diferencia calculada entre los grupos de 1,14% (límite inferior de 90%, -1,278; límite superior de 95%, 3,996). Aunque esta diferencia fue inferior al límite preespecificado, no se reunieron los requisitos estadísticos para la no inferioridad debido a un número menor del previsto de recidivas en ambos grupos. La Supervivencia Global a 5 años fue 89,8% en ambos grupos.

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